Lo que he aprendido de un malvavisco
Este año comencé mi noveno semestre en la universidad, he
aprendido durante estos años muchas cosas, algunas que memorice únicamente para
los parciales y trabajos que debía ganar, y otras que sé que recordare por el resto
de mi vida.
Son muchas, y poco tiempo tengo de hablar de cada una de ellas,
pero este semestre, finalizando mi carrera de Comunicación Social, descubrí que
hay algo que me gusta y me llama mucho la atención; y créanme que no lo digo
porque mi profesor vaya a revisar el contenido de lo que escribo, lo digo
porque es algo que realmente me tiene motivada.
Todo comenzó con esta pregunta: ¿Cuál es mi malvavisco? Aunque hasta
ese momento no sabía en qué me metería. El profesor nos propuso hacer una
actividad llamada “The marshmallow chalenge” y lo que debíamos hacer era
construir una estructura con 20 espaguetis, algo de cinta, hilo y un masmelo que debía estar sostenido por los
demás elementos. La idea era lograr la estructura más alta, sin que se quebrara
o se cayera.
Nuestro equipo construyó la estructura más alta, mas rígida y
bien planeada, nuestro masmelo se sostuvo sin problema y usamos cada uno de los
elementos como debía ser, bueno, eso es lo que hubiéramos querido, en realidad
fuimos un desastre. En lo único que pensamos fue en hacer la estructura más
alta con los espaguetis, para ser los ganadores y no nos dimos cuenta que no estábamos
pensando lo que estábamos haciendo, todos sabíamos que los espaguetis nunca
iban a soportar el masmelo de esa forma, pero no nos importó, lo único que queríamos
era ganar, pero nuestra estructura se vino al piso cuando el profesor nos dio
la orden de soltarla.
Identifiqué en ese momento que la idea no era ganar, ni ser
mejor de los demás grupos de nuestra clase, la idea era que aunque la
estructura no fuera la más alta, estuviera bien soportada para que el masmelo
no se nos viniera al piso y aún más importante, que identificáramos la
importancia del trabajo en equipo porque es eso precisamente el objetivo de “La
prueba del malvavisco”.
Tom Wujec expone en su charla TED la importancia del trabajo en
equipo para llevar a cabo un buen proyecto, y para que ese proyecto salga bien,
debe tener una buena estructura de trabajo.
En las clases siguientes debíamos entonces emprender un proyecto
con una propuesta de valor única, en la que estamos trabajando, y con las bases
que nos había dado “La prueba del malvavisco”. Después de discutir cual idea
era mejor, más atractiva y amigable decidimos hacer una página web en la que
las personas puedan diseñar camisas con una cantidad de tipografías que
ofreceremos.
La idea estaba clara, los cuatro integrantes del grupo estábamos
de acuerdo con ella, lo que ahora faltaba era comenzar con unas estrategias que
nos permitieran entender a nosotros mismos nuestro proyecto para poder explicárselo
a nuestro profesor y compañeros. El profesor nos explicó entonces las
herramientas que necesitaríamos para poder hacerlo y que pudimos aplicar con
base a “The Lean Start Up”.
El método “The Lean Start Up” plantea que para que un proyecto
sea exitoso en un mercado determinado se debe comenzar por: Potenciar el equipo,
eliminar el desperdicio y realizar una entrega rápida para poder descubrir al
cliente, de esta forma podremos identificar cuáles son sus necesidades y si es
necesario rediseñar nuestra idea para poder satisfacerlas. Este método es en
realidad mucho más amplio, pero en un principio nos permite entonces comenzar a
trabajar con un público especifico y reducido que nos deje identificar los
errores que estamos cometiendo, poder corregirlos y crear una estructura
realmente sólida, para que nuestro proyecto no se nos venga al piso, como sucedió
con el malvavisco.